La importancia de los servicios profesionales de traducción e interpretación para un sistema de garantía de calidad y mitigación de riesgos en una empresa. La humanidad está viviendo la denominada “era del conocimiento”, caracterizada por enormes avances científicos y tecnológicos, en un mundo globalizado, en el cual los seres humanos tienen más facilidad que nunca en la historia para acceder o transferir información e interactuar con otras personas desde casi cualquier parte del planeta. Actualmente, por ejemplo, un joven en la India puede dar servicio al cliente, vía telefónica o digital, a alguien ubicado en Italia. Desde un teléfono inteligente, del cual existen miles de millones en el mundo, una persona tiene acceso a más información, que la que pudo tener un presidente de los Estados Unidos de América en la década de los sesentas.
Esta nueva realidad, ligada a la dinámica de la economía, cada vez más competitiva, lleva a buscar cada día más y mejores medios para actuar con eficiencia y obtener éxito. Es por ello que las empresas u organizaciones exitosas hacen todos los esfuerzos por garantizar servicios eficientes y de excelencia, lo cual pasa por prever, evitar o disminuir riesgos o amenazas que puedan presentarse en cualquier momento.
Como todo en la vida, nadie, ni las empresas o instituciones, grandes o pequeñas, están exentas de sufrir riesgos, todas están expuestas a eventualidades internas como externas, las cuales, de no ser bien manejadas, pueden constituir una grave afectación a la labor que desempeñan. Es por ello que en los últimos lustros se han venido desarrollando sistemas de garantía de calidad y mitigación de riesgos, con el fin de poderse adelantar a los hechos y evitar que se puedan presentar afectaciones en sus procesos.
Básicamente los sistemas modernos se apoyan en cinco pasos:
- Aceptación del riesgo, se acepta que el riesgo se podría a dar y con base en esto se crea un plan de acción enfocado en que pueda ocurrir;
- Mitigación del riesgo, se busca disminuir la probabilidad de que se presente un riesgo o reducir el impacto que este podría causar dentro de la compañía. Lo que quiere decir esto es que, en caso de presentarse, los efectos no serán tan grandes, porque ya se cuenta con una estrategia para que se implemente;
- Transferencia del riesgo, es cuando el riesgo se transmite a otra área de la organización o a alguna empresa filial;
- Explotación del riesgo, es cuando se ve como una oportunidad, en este caso no se busca mitigarlo o eliminarlo, si no por el contrario se trata de que la compañía se centre en el problema y le saque el mayor provecho. Esto puede traer designación de personal cualificado, mayor inversión o la creación de un plan que ayude a evitar que se vuelva a presentar; y
- Supresión del riesgo, aunque la mayoría de las veces no sucede, en ocasiones las empresas logran que se pueda eliminar definitivamente el riesgo. ¿Cuándo sucede esto? Se da cuando el trabajo de previsión ha conseguido implementar de manera exitosa la solución por medio de la obtención de datos claves, apoyo a los expertos, añadidura de recursos extra o haciendo mejoras dentro del plan ya pactado.
Dicho todo lo anterior, vale la pena decir que los sistemas de calidad, o de prevención del riesgo deben contemplar necesariamente la comunicación eficaz y eficiente como un aspecto de especial atención. Particularmente, donde la interacción con personas, empresas o instituciones con idioma distinto, es cada vez más común y muchísimas veces absolutamente necesaria. Es ahí donde los servicios profesionales de traducción e interpretación toman trascendencia, y se vuelven más relevantes aún ante el proceso de especialización que ha venido desarrollando la humanidad.
En un mundo cada vez más especializado, manejar un idioma, no necesariamente significa conocer con propiedad todos los términos técnicos y profesionales. Es por esto que contratar traductores e intérpretes profesionales y con experiencia puede ayudar a mitigar una gran cantidad de riesgos en las empresas. El uso de traductores profesionales para la traducción o interpretación exige al traductor ponerse en el lugar de quien emite el mensaje, es decir, del especialista, y asumir sus mismas competencias. De esta forma, para cumplir su función de intermediario de la comunicación, deberá asimilar un conocimiento de la materia y de su especificidad.